Tomografía de ATM y su correlación con la sintomatología articular
La articulación Temporomandibular es una de las articulaciones más complejas de todo el cuerpo humano, donde los desórdenes articulares se presentan acompañados por el dolor craneofacial, apertura bucal limitada asociada a la disfunción miofacial y trastornos degenerativos articulares como la Osteoartrosis y Osteoartritis. Estos procesos degenerativos de la articulación están relacionados con la edad y se caracterizan por la destrucción progresiva de los componentes articulares como el cóndilo mandibular y la cavidad glenoidea provocados por el incremento de las cargas articulares.
La tomografía computarizada cone beam (TCCB) actualmente es muy utilizada en el campo de la odontología por su precisión para evaluar los componentes óseos y dentales, incluyendo la articulación Temporomandibular, donde también ha ganado popularidad como herramienta diagnóstica. La TCCB es considerada como un método imagenológico confiable para el estudio de los cambios morfológicos asociados a procesos degenerativos articulares que se presentan acompañados por signos y síntoma. Los diferentes grados de compromiso óseo es una enfermedad articular han sido medidos y comparados los grados de severidad entre diferentes poblaciones, así como la condición de los pacientes después del tratamiento para conformar un índice clínico de disfunción articular.
El índice clínico de Helkimo evalúa el sistema masticatorio y se clasifica en cinco signos clínicos básicos: el rango alterado del movimiento mandibular; disfunción articular; dolor articular mediante la palpación y dolor durante el movimiento mandibular. Otros investigadores también demostraron la correlación entre signos o síntomas de disfunción articular con la intensidad del dolor y los hallazgos radiológicos, el desplazamiento del disco articular y el derrame articular. La tomografía odontológica tiene la capacidad para evaluar cambios óseos en la articulación Temporomandibular, en la cual se pueden identificar desde leves signos de erosión de las corticales óseas o cambios morfológicos discretos de los componentes óseos articulares, hasta cambios estructurales evidentes a consecuencia de la total destrucción del cartílago articular.
La tomografía computarizada cone beam no está indicada para la evaluación del disco articular o para la evaluación de los demás elementos blandos que engloba la capsula articular, siendo la resonancia magnética el estudio ideal para la evaluación de los componentes blandos que conforman la articulación Temporomandibular. Sin embargo, el grado de alteración morfológica del cóndilo mandibular, la cavidad glenoidea y la eminencia articular, puede ofrecer información de la condición del disco articular o el tejido retrodiscal, por mencionar algunos de los elementos blandos que son mayormente afectados en los procesos degenerativos articulares. Además, tomando en consideración los signos y síntomas del índice clínico de disfunción articular, junto con los signos imagenologicos proporcionados por la tomografía computarizada cone beam y dependiendo estrictamente del grado de complejidad del caso estudiado hacen posible llegar a conclusiones diagnósticas del estado de la articulación Temporomandibular, donde la experiencia clínica del profesional es determinante para la correcta utilización de dichas herramientas diagnósticas.
Referencias Bibliográficas
Su N, Liu Y, Yang X, Luo Z, Shi Z. (2014). Correlation between bony changes measured with cone beam computed tomography and clinical dysfunction index in patients with temporomandibular joint osteoarthritis. Journal of Cranio-Maxillofacial Surgery, 42(7), 1402-1407.
Paknahad M, Shahidi S. (2015). Association between mandibular condylar position and clinical dysfunction index. Journal of Cranio-Maxillofacial Surgery, 43(4), 432-436.