Tomografía dental para la evaluación del levantamiento de seno maxilar
Paciente masculino de 33 años de edad es referido a la evaluación tomográfica para la planificación quirúrgica de la colocación de implantes dentales en la zona posterior del maxilar superior del lado izquierdo.
Fig.1
A la evaluación con tomografía computarizada cone beam se observa en la reconstrucción panoramica del maxilar superior (Fig.1), en la zona correspondiente al órgano dentario 16 (ausente) se observa la presencia de dos dispositivos metálicos de fijación quirúrgica localizados sobre el reborde alveolar, el cual presenta un patrón óseo irregular. Además, se observa una masa, a hiperdensa, en relación con el hueso alveolar a nivel del piso del seno maxilar derecho y en relación con el tercio apical de las raíces del órgano dentario 17. Dicha masa irregular se proyecta dentro del seno maxilar, observándose con mayor densidad y asentándose sobre la base antral. También se observa los demás órganos dentarios del maxilar superior con pérdida de estructura coronaria y con material de restauración.
Fig.2
En cortes transaxiales de la zona que involucra la brecha edéntula correspondiente al órgano dentario 16 (Fig.2), se observa la presencia de los dispositivos de anclaje temporal compatibles con tornillos de fijación y, además, se observa con mucho más detalle la masa de densidad irregular y a predominio hiperdenso compatible con un injerto óseo, el cual condiciona el elevamiento del piso del seno maxilar para la colocación de un implante dental.
Fig.3
En cortes tangenciales (Fig.3) se observa al injerto que incrementa su volumen en sentido lateromedial, donde en el corte vestibular no se evidencia su presencia; luego en el corte medio se logra apreciar y en el corte palatino se observa la mayor elevación del piso del seno maxilar.
Fig.4
En cortes coronales (Fig.4) se observa comparativamente ambos senos maxilares, observando la modificación del piso del seno maxilar del lado izquierdo, mientras que el seno maxilar izquierdo se observa la convergencia normal de las paredes medial y lateral del seno maxilar.
Fig.4
Así mismo, en cortes axiales (Fig.5) se observa que el patrón trabecular del injerto óseo se asemeja al del resto del hueso maxilar, lo cual representan signos tomográficos de su correcta oseointegración.
Fig.6
En la representación tridimensional en proyección de máxima intensidad (Fig.6), se observa el injerto óseo asentando en el piso del seno maxilar compatible con un procedimiento de levantamiento del seno para la colocación de implantes dentales.
Comentario
La colocación de implantes dentales en la zona posterior del maxilar superior representa un reto clínico importante, considerando factores como la reabsorción ósea y la neumatización alveolar del seno maxilar debido a la perdida dentaria, dando como resultado una altura ósea inadecuada. Esta desventaja puede ser superada por medio de la elevación o levantamiento del piso del seno maxilar, el cual puede lograrse por medio un procedimiento quirúrgico que se realiza de forma transcrestal, el cual por medio de una osteotomía se perfora el piso del seno maxilar y se forma una tienda con la membrana basal e introduciendo el material utilizado como un injerto; o también puede realizarse por la técnica de la ventana lateral, la cual por medio de una osteotomía se crea un acceso a nivel de la pared externa del seno y al diseccionar la membrana basal se procede a llenar el espacio entre esta y el piso del seno con el material óseo a utilizar como injerto.
Existen diferentes tipos de materiales que se pueden usar como injertos óseos, los cuales se clasifican en dos tipos, autólogos o no autólogos. Los injertos óseos autólogos son “cosechados” del mismo paciente y estos cuentan con la ventaja de ser biológicamente superiores en relación con la osteogénesis, osteoconducción y osteoinducción del injerto. Sin embargo, es necesaria una cirugía para extraer el hueso de otra parte del cuerpo, representando para el paciente posibles complicaciones posoperatorias tales como edema, hematomas, dolor y neuropatías. Por otro lado, los injertos óseos no autólogos como los de tipo alogénico, que no provienen del mismo individuo, pero si de la misma especie, pueden ser de hueso liofilizado y descalcificado; o los del tipo aloplástico que no son tomados de humanos ni de animales sino de fuentes minerales, sustancias sintéticas o una combinación de ambas, representan mayor comodidad para el paciente al evitar una cirugía para obtener el injerto óseo.
La tomografía computarizada cone beam (TCCB) actualmente es un estudio importante para la evaluación de este procedimiento quirúrgico, así como de la colocación de implantes dentales, ofreciendo mayor detalle en la evaluación prequirúrgica logrando evidenciar variantes anatómicas del seno maxilar como la localización del conducto alveolar posterior superior o la presencia de tabiques intrasinusales; o en la detección de pseudoquistes antrales y otro tipo de patología sinusal, que puedan complicar la cirugía. Así también, la TCCB es de utilidad para monitorear el injerto óseo en su proceso de integración ósea hasta lograr una adecuada calidad ósea para la colocación de implantes dentales.
Referencias Bibliográficas
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Chaushu L, Silva ER, Balan VF, Chaushu G, Xavier SP. (2020). Sinus augmentation-autograft vs. fresh frozen allograft: Bone density dynamics and implant stability. Journal of Stomatology, Oral and Maxillofacial Surgery.
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