Evaluación Radiológica del Queratoquiste Odontogénico
El Queratoquiste Odontogénico es un quiste de los maxilares que se caracteriza por tener un comportamiento agresivo y un alto índice de recurrencia. El Queratoquiste Odontogénico fue aceptado como una lesión neoplásica en la clasificación de tumores odontogénicas de la OMS en el año 2005, sin embargo, en el año 2017 fue devuelto a la categoría de quiste odontogénico. Anteriormente se dividían histológicamente en dos subtipos: una variante ortoqueratinizada, la presentación menos agresiva; y la variante paraqueratinizada, con un comportamiento más agresivo y asociada a un alto índice de recurrencia. Actualmente, la variante ortoqueratinizada, en la clasificación de quistes y tumores odontogénicos del año 2017, ha sido aceptada como una entidad aparte llamada Quiste Odontogénico Ortoqueratinizado, ya que esta difiere clínicamente e histopatológicamente del Queratoquiste Odontogénico. El diagnóstico del Queratoquiste Odontogénico es a menudo tardío debido a la sintomatología silente de la lesión, comprometiendo diferentes estructuras óseas por la cual es necesario un estudio tridimensional. Se considera una entidad única entre los quistes y tumores odontogénicos por sus características patognomónicas, tales como su agresivo comportamiento clínico, alta recurrencia y su eventual asociación con el Síndrome de Gorlin Goltz, el cual se caracteriza por la multiplicidad de estas lesiones, además de la aparición de múltiples carcinomas nevoides de células basales en la piel. La presencia de múltiples Queratoquistes Odontogénicos también ha sido reportada en pacientes no sindrómicos.
Su alto índice de recurrencia y su potencial destructivo de crecimiento le dan respaldo a la idea de una probable naturaleza neoplásica. Además, su multiplicidad y la alta recurrencia de Queratoquistes Odontogénicos asociados al Síndrome de Gorlin Goltz, también respaldan su comportamiento neoplásico. Entre los quistes en los maxilares es el tercer más común, luego del, con un primer pico de incidencia entre la segunda y la tercera década de vida y con un segundo pico de incidencia en la quinta década de vida o posterior a esta. En el segundo pico de incidencia esta lesión es más común en el maxilar superior, especialmente en el sextante anterior y en la zona del tercer molar. Sin embargo, su aparición en la mandíbula es más frecuente, especialmente en el sextante posterior; en el ángulo y en la rama mandibular. Además, se ha reportado una ligera predisposición por el sexo masculino.
La técnica radiográfica más utilizada para el estudio del Queratoquiste Odontogénico es la radiografía panorámica, la cual es útil para la evaluación preliminar de la localización, el tamaño, forma, límites y extensión de la lesión. No obstante, la proyección bidimensional de las estructuras oseas, la distorsión geométrica y la sobreproyección de estructuras son las principales limitaciones de esta técnica, por lo tanto para un análisis más completo y específico de esta patología es necesaria la evaluación tridimensional para la planificacion preoperatoria, sobre todo en lesiones de gran tamaño. Radiográficamente, el Queratoquiste Odontogénico se observa como una lesión unilocular o multilocular bien definida con límites corticalizados. Las lesiones uniloculares son más frecuentes en ambos maxilares, mientras que las lesiones multiloculares se observan en el 30% de los casos, con una predisposición en la mandíbula. Así mismo, las presentaciones uniloculares en la mandíbula pueden observarse con tabiques incompletos, presentando una configuración interna pseudolocular, siendo un signo más común en lesiones de gran tamaño. Así también, al menos el 30% de estas lesiones se presentan en relación con un diente no erupcionado, principalmente con los terceros molares y en pacientes jóvenes. Los signos radiográficos del Queratoquiste Odontogénico no son patognomónicos, particularmente en lesiones en estadios temprano, en la parte anterior del maxilar superior pueden simular lesiones de diferente origen tales como el quiste apical, el quiste periodontal lateral o el quiste nasopalatino. Las lesiones en la mandíbula pueden llegar a alcanzar gran tamaño, creciendo extensamente en sentido mesiodisital con una mínima expansión de las corticales óseas. Por otro lado, en el maxilar superior las lesiones crecen a través del hueso medular y tienden a comprometer estructuras vecinas, particularmente si estas se originan en la región molar es frecuentemente observada la intrusión de dicha lesión en el seno maxilar, desplazando la cortical basal del mismo. Radiográficamente, se puede observar el desplazamiento dentario y la reabsorción radicular externa, siendo esta última muy poco frecuente. La perforación de las corticales óseas no es un signo extraño, presentándose del 39% al 51% de los casos, aunque solo puede ser observado a nivel de la cresta alveolar en una radiografía.
Para la evaluación tridimensional, son utilizadas dos técnicas tomográficas para la evaluación del Queratoquiste Odontogénico, la Tomografía Computarizada Cone Beam (TCCB) y la Tomografía Computarizada de Multidetectores (TCMD). Ambas modalidades son útiles para el diagnóstico y evaluación prequirúrgica debido a su habilidad para mostrar imágenes de alta calidad y generar reconstrucciones en diferentes planos. Entre las principales ventajas de la TCCB, presenta una mayor resolución espacial en comparación con TCMD; y por el contrario, la principal desventaja de la TCCB es el pobre contraste para la evaluación de los tejidos blandos, por este motivo la TCCB no es capaz de evaluar la extensión de la lesión dentro de los tejidos blandos. La TCCB es considerada más efectiva para la evaluación de las corticales óseas que han sufrido erosión o expansión por el Queratoquiste Odontogénico, a diferencia de la evaluación radiográfica con la TCCB es posible evaluar el compromiso de las cortical vestibular y palatina o lingual, mientras que con la TCMD es más efectiva para evaluar la densidad interna de la lesión así como la extensión esta patología dentro de los tejidos blandos.
La tomografía demuestra que en la mandíbula las lesiones grandes tienen la tendencia a crecer en sentido mesiodistal a lo largo de su extensión ósea, condicionando una mínima expansión de la tabla ósea bucal y lingual, sin embargo, esta lesión puede expandir y erosionar las corticales. En el maxilar superior, presenta una expansión hidráulica del hueso alveolar presentando signos como remodelamiento óseo, adelgazamiento de las tablas óseas, festoneado y perforación de las corticales. Estas diferencias entre en crecimiento del Queratoquiste Odontogénico en ambos maxilares, se debe parcialmente al mayor engrosamiento cortical que presenta la mandíbula en comparación con el maxilar superior.
La identificación de los hallazgos clínicos y radiológicos son de importancia para la evaluación de la extensión de la lesión y su relación con estructuras vecinas. La relativa alta tasa de incidencia, especialmente después de un tratamiento conservador, hace necesario controles periódicos con radiografías por al menos 5 años después del tratamiento quirúrgico.
Referencias Bibliográficas
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