Doble conducto mandibular
El conducto mandibular suele ser un canal único, rodeado por tejido óseo, formando una curva cóncava ascendente. Sus dos extremos presentan dos forámenes: el foramen mandíbula en la parte posterior y el agujero mentoniano en la parte anterior y aloja el haz neurovascular alveolar inferior. En su evaluación detallada se observa que puede variar en forma, siendo a veces oval, circular o piriforme. Radiológicamente se ha descrito su aspecto como una cinta oscura radiotransparente entre dos líneas radiolopacas. Sin embargo, en algunos casos se ha revelado la presencia de un segundo canal mandibular, aunque los manuales de anatomía dan pocos detalles sobre este tipo de variación, existen hay casos publicados que proporcionan más información sobre estas configuraciones anatómicas. La identificación de estas estructuras nos permite prevenir posibles complicaciones que a veces pueden tener consecuencias en una eventual cirugía en la región mandibular.
El conducto mandibular bífido ha sido descrito como ocasionalmente presentes, una variante anatómica, un hallazgo incidental raro o poco frecuente. Por otro lado, otros autores la han considerado como una anomalía, una aberración o una rareza. Ninguno de los estudios basados en investigaciones con radiografía ofrece un consenso sobre la frecuencia de canales mandibulares bífidos, su índice de aparición suele oscilar entre el 0,08% al 8,3%.8 Esto sugiere que existen grandes disparidades en los estudios existentes, que atribuimos en parte a la poca fiabilidad de las radiografías panorámicas para este tipo de investigación. Sin embargo, los estudios basados en imágenes volumétricas están todos de acuerdo en describir estos casos como muy raros y que más que una variante, le calza mejor la calificación de anomalía. La razón es que, en este tipo de casos, las radiografías convencionales y panorámicas, a diferencia de la tomografía, sólo pueden sugerir un diagnóstico, pero no confirmarlo. Las disparidades observadas en los estudios sobre la frecuencia de doble conducto mandibular pueden explicarse, como resultado del uso sistemático y exclusivo de radiografías panorámicas, con diferencias en las técnicas en la interpretación de las imágenes y también en posibles variaciones en morfología mandibular, todo lo cual agrava estas disparidades.
En conclusión, en nuestra opinión, un estudio clínico basado en imágenes tridimensionales constituye el único diagnóstico irrefutable de la existencia de conductos dobles mandibulares. La identificación objetiva de estas duplicaciones sólo puede lograrse mediante tomodensitométrico o mediante con tomografía cone beam. Nosotros creemos que los estudios retrospectivos de frecuencia basados en radiografías panorámicas han tendido a sobreestimar la prevalencia de estas anomalías anatómicas, ya que siempre hay siempre existe el riesgo de que se tienda a ver lo que se busca. La identificación de conductos mandibulares dobles también puede realizarse objetivamente mediante tomografía cone beam, como se observa en las imágenes. En estas raras variaciones anatómicas, es posible tomar las precauciones necesarias durante la cirugía de implantes dentales principalmente y evitar dañar estas estructuras neurovasculares.
Referencias bibliográficas
Rouas, P., Nancy, J., & Bar, D. (2007). Identification of double mandibular canals: literature review and three case reports with CT scans and cone beam CT. Dentomaxillofacial Radiology, 36(1), 34-38.