El examen radiográfico es un estudio de retina en la práctica odontológica en el cual es importante proporcionar la máxima diferenciación de las estructuras tisulares.  Una radiografía de alta calidad se caracteriza por los detalles, que se definen como la delineación de los diminutos elementos estructurales y los bordes de los objetos en la imagen, por su densidad o el grado de oscurecimiento en una película radiográfica que depende de la cantidad de radiación que llega a una zona de la película, y por el grado de atenuación de los rayos X al pasar por los tejidos. Asi mismo, la distorsión o la magnificación del objeto, las cuales provocan cambios en su tamaño y forma, puede ser otro factor importante que afecte la calidad de una radiografía determinada.

Las características de una correcta radiografía deben contar con los requisitos siguientes requisitos: Debe registrar toda la zona de interés y debe ser visible toda la longitud de la raíz y al menos 2 mm de hueso periapical deben ser visibles. Si la patología es evidente, el total de la patología más la zona marginal de hueso sano deben observarse en la película. En algunos casos de grandes áreas, una radiografía oclusal o una radiografía panorámica puede ser necesaria. Las películas deben tener la mínima cantidad de distorsión. Las películas deben contar con una buena densidad y contraste.

Durante la práctica cínica se cometen errores al exponer o procesar incorrectamente las películas, lo cual resulta en la obtención radiografías dentales con un valor diagnóstico reducido. Éstas se conocen como radiografías defectuosas y los odontólogos debe estar familiarizado con las causas que producen estos errores de adquisición y procesamiento radiográfico y cómo prevenirlos.

Entre los principales errores podemos mencionar (Fig.1y 2):

1. Imagen subexpuesta: Una imagen demasiado clara que puede deberse a una exposición o un tiempo de revelado insuficientes.
2. Imagen sobreexpuesta: Una imagen sobreexpuesta, una imagen que es demasiado oscura, causada por una exposición muy larga, o largo tiempo de revelado.
3. Imagen borrosa: Puede deberse al movimiento del paciente, la película o el tubo durante la exposición.
4. Imagen parcial: También conocida como colimación. Una imagen parcial puede deberse a no haber sumergido completamente la película en la solución de revelado, contacto de la película con otra película durante el revelado o una alineación incorrecta del rayo central.
5. Imagen distorsionada: Una imagen distorsionada puede deberse a una angulación del rayo central debido a la flexión de la película o del sensor.
6. Imagen empañada: Una película empañada puede deberse a la exposición de la película a la luz durante su almacenamiento, o por dejar la película sin protección (es decir, fuera de la caja forrada de plomo o en la sala de rayos X) o que la película haya estado expuesta a al calor o a vapores químicos, al uso de reveladores mezclado o contaminado, o luz de seguridad defectuosa.
7. Película rayada: Cuando una película se raya con soportes de película durante el proceso de revelado o cuando el sensor digital presenta una fractura y necesita ser reemplazado.
8. Imagen de lámina de plomo (figura 1.9): Una imagen de lámina de plomo se produce cuando el patrón de la lámina de plomo aparece en la radiografía. Esto ocurre cuando la película se coloca hacia atrás.

Estos son los principales errores que alguna vez los odontólogos hemos cometido durante la toma o el procesado radiográfico, los cuales dificultan la correcta observación de los tejidos dentarios debido a su reducido valor diagnóstico. Saber identificarlos y corregirlos es de suma importancia para la correcta practica de nuestra profesión.

Referencia radiográfica

Kfir A, Basrani B. (2012). General principles of radiology in endodontics. Endodontic radiology, 1-17.