Espacios faríngeos en diferentes maloclusiones esqueléticas
Las vías respiratorias superiores, incluidas la nasofaringe y la orofaringe, controla muchas funciones vitales, como la respiración, la deglución y la fonación. También contribuye al desarrollo de la morfología facial general y la oclusión ideal. La orofaringe se subdivide en palato y glosofaringe. La teoría de la matriz funcional desarrollada por Moss afirma que «la mayor parte del crecimiento y desarrollo de la región craneofacial está bajo el control de la actividad funcional de los tejidos blandos circundantes. Por lo tanto, existe una interacción directa entre los espacios faríngeos de las vías respiratorias y la configuración craneofacial, y cualquier anormalidad en estos espacios puede afectar a la posición del esqueleto circundante. De hecho, se argumenta que la morfología de la Clase II puede desempeñar en la apnea obstructiva del sueño, debido a las reducidas dimensiones. Del mismo modo, una disminución de la nasofaringe podría ser un factor causal en el hábito de respirar por la boca y, posteriormente, en la maloclusión de la cara larga.
Hace unos años con la llegada de la tomografía cone beam se ha introducido con aplicaciones específicas y tridimensionales en el complejo maxilofacial. Normalmente, la utiliza una forma de adquisición de imágenes que la tomografía computarizada. Su radiación también se reduce en comparación con la de la tomografía médica y puede utilizarse en una gama más amplia de pacientes. Con la tomografía cone beam se han facilitado análisis multiplanares y volumétricos de gran precisión de las vías respiratorias faríngeas.
Los pacientes de Clase II tenían un menor volumen de vía aérea glosofaríngea en comparación con los pacientes entre los casos con patrones faciales medios. Esta reducción en el volumen de la vía aérea se atribuye principalmente a la posición posterior de la mandíbula sin cambios verticales. Esto concuerda con los resultados encontrados, sin embargo, no hallaron diferencias significativas entre clases; esto podría deberse a que no tuvieron en cuenta el patrón vertical durante la asignación de pacientes. Se ha documentado que la protrusión mandibular de Clase III tenía más volumen orofaríngea de la vía aérea que la Clase I y la retrusión mandibular de Clase II, mientras que la retrusión mandibular de Clase II y la retrusión mandibular de Clase II presentaba un menor volumen faríngeo en comparación con la protrusión maxilar de Clase II y la maloclusión de Clase I. Típicamente, las vías aéreas palatofaríngeas nasofaríngeas están determinadas principalmente por su base maxilar y no por la mandibular.
Fig.2
Por medio de la tomografía cone beam se pudo concluir que la maloclusión esquelética de Clase II debido a un posicionamiento inherente de la mandíbula hacia atrás está acompañada de una disminución de los espacios faríngeos superiores. Esta disminución se compensa por un aumento mínimo de las vías respiratorias faríngeas. De manera inversa, la posición vertical de la mandíbula en la maloclusión esquelética de Clase II aumenta significativa mentelos espacios faríngeos superiores de las vías respiratorias. Una combinación de la posición vertical y hacia atrás vertical de la mandíbula en la maloclusión esquelética de Clase II resulta en el mantenimiento de los espacios faríngeos superiores normales.
Referencias bibliográfica
Alhammadi, M. S., Almashraqi, A. A., Halboub, E., Almahdi, S., Jali, T., Atafi, A., & Alomar, F. (2021). Pharyngeal airway spaces in different skeletal malocclusions: a CBCT 3D assessment. CRANIO®.