Las enfermedades complejas del complejo maxilofacial a menudo exigen un tratamiento quirúrgico. La planificación quirúrgica intenta minimizar la duración de la cirugía para reducir el riesgo de complicaciones. Así mismo, pueden aplicarse técnicas de visualización tridimensional para apoyar el proceso de planificación, la cual permite la simulación de procedimientos quirúrgicos antes de la intervención. La mayor ventaja de la esterolitografía es la reproducción precisa de objetos a partir de un conjunto de imágenes tridimensionales como un modelo físico que el cirujano puede ver y tocar.
Entre los riesgos quirúrgicos más frecuentes se encuentra el riesgo de infección, el riesgo de hemorragia, complicaciones pulmonares, la alteración en la temperatura del paciente y el riesgo causado por la anestesia, todos estos relacionados con el tiempo quirúrgico. Además, con la obtención de un modelo físico tridimensional es posible planificar mejor la intervención quirúrgica evitando el compromiso de estructuras vecinas, optimizando el tiempo del paciente en el quirófano.