La complejidad anatómica maxilofacial, representa un reto para los cirujanos, especialmente en casos donde los defectos óseos que necesitan reposicionamiento e inmovilización del tejido transferido. El objetivo de la reconstrucción postoperatoria es restablecer, lo más cerca posible de la normalidad, la funcionalidad, la estética, la forma y la simetría, ofreciendo un terreno estructural sólido para futuras prótesis. Además, el uso de la estereolitografía en color permite al cirujano evaluar la extensión de un tumor, los márgenes de resección y la relación con estructuras anatómicas importantes (nervio alveolar, fosa infratemporal y) recomendándola como una técnica valiosa utilizada en la reconstrucción de defectos orales y maxilofaciales. En el caso de traumatismo del tercio medio facial con compromiso orbitario, el modelado tridimensional de la órbita con contorno anatómico de malla de titanio, reduce el tiempo total del procedimiento y el riesgo de fracaso, produciendo resultados prometedores. La estereolitografía se ha utilizado para el traumatismo panfacial, el complejo cigomático y el traumatismo complejo general. En cirugía ortognatica la estética es la rama más importante de la cirugía maxilofacial en la que intervienen tres importantes puntos de referencia anatómicos: tejidos blandos, hueso y dentición. Inicialmente la cirugía ortognatica implicaba la evaluación clínica y radiológica de las estructuras óseas y los dientes, al integrar la tecnología 3D en el proceso, la carga de trabajo de los clínicos ha disminuido, proporcionando una capacidad descriptiva exacta con la posibilidad de predecir el resultado final, lo que permite al paciente ver una vista previa; la estereolitografía se utiliza para crear férulas oclusales, guías de osteotomía y placas de fijación prefabricadas, ofreciendo resultados excelentes y reproducibles.
